BASES PARA LA RECONSTRUCCIÓN ARENTINA
Discurso completo del presidente Javier Milei.
Primera cadena nacional. 20 de diciembre de 2023.
Argentinos hoy es un día histórico para nuestro país
después de décadas de fracasos empobrecimiento decadencia y anomia, hoy
comenzamos formalmente el camino de la reconstrucción desde que asumimos hace
tan solo 8 días hábiles, hemos estado enfocados en intentar contener la enorme
crisis que heredamos para eso diseñamos un plan de estabilización de shock que
comprende un programa de ajuste fiscal, una política cambiaria que sinceró el
tipo de cambio al valor de mercado y una política monetaria que incluye el
saneamiento del Banco Central, estamos haciendo nuestro máximo esfuerzo para
intentar disminuir los efectos trágicos de lo que puede ser la peor crisis de
nuestra historia, producto de décadas de gobiernos que han insistido con
recetas fracasadas porque como dijimos durante todos estos meses el problema no
es el chef sino la receta, esas ideas que fracasaron en la Argentina son las
mismas ideas que han fracasado a lo largo y a lo ancho del planeta, porque allí
donde se intentaron han sido un fracaso en lo económico, han sido un fracaso en
lo social, han sido un fracaso en lo cultural y encima le han costado la vida a
millones de seres humanos, esa doctrina que algunos podrían llamar izquierda
socialismo, fascismo comunismo y que a nosotros nos gusta catalogar como
colectivismo, es una forma de pensamiento que diluya al individuo en favor del poder
del Estado es el fundamento básico del modelo de la casta, es una doctrina de
pensamiento que parte de la premisa de que la razón de Estado es más importante
que los individuos que componen la nación que el individuo, sólo es reconocido
si se somete al Estado y que por lo tanto los ciudadanos le debemos pleitesía a
sus representantes, la casta política, es decir que los individuos no son sino
un medio para los fines del Estado es una forma de ver el mundo que consiste en
la creencia de que un grupo de hombres, los políticos, son superiores al resto
de los individuos y que por lo tanto deben ser ellos quienes rijan los destinos
de sus compatriotas, una doctrina que parte la idea de que un grupo de
burócratas sentados en una oficina pueden planificar la vida de millones de
seres humanos considerando sus deseos, capacidades, preferencias y
circunstancias, es una doctrina que considera que los políticos en consecuencia
son omnipresentes, omniscientes y omnipotentes, es decir que en esencia es una
doctrina que considera que los políticos son Dios, pues bien nosotros hemos
venido a decirles que los políticos no sólo no son Dios sino que son la causa
de nuestros problemas, son la causa de nuestros problemas porque durante
décadas han defendido estas ideas empobrecedoras de las que hablamos, mientras
ellos se hacían cada vez más ricos porque es la implementación inclemente de
estas ideas por más de 100 años.
Lo que nos llevó poco a poco, peldaño por peldaño,
al infierno económico que vivimos hoy, el proceso ha sido paulatino y en este
camino nos hemos acostumbrado y tomado como normales intromisiones estatales
que son la causa de nuestros problemas, el saldo es el país que recibimos, la peor
herencia de la historia un país con déficit consolidado de 15% del PBI, donde
5% del déficit es del Tesoro y 10% del Banco Central, un país que gasta tanto
que no le alcanza para pagarlo ni siquiera con la presión impositiva en blanco
más alta del mundo, un país sin reservas en el Banco Central y con su confianza
crediticia destruida, un país que ha emitido dinero por 20 puntos del PBI para
financiar ese gasto público. Y que ahora producto de esa emisión desenfrenada
enfrente a su peor crisis inflacionaria en 40 años. Un país que iba camino a
estrellarse contra una inflación anual de 15.000 y que requiere un cambio de
rumbo urgente para evitar el desastre. Ese cambio comienza hoy, un aspecto
central del fracaso de los últimos 100 años es la injerencia del Estado que ha
tenido en la vida de los ciudadanos de esa creencia de que los políticos son
seres superiores que deben regir los destinos de cada uno de nosotros se
desprende un andamiaje institucional que hace que nadie pueda trabajar,
comerciar, circular o educarse sin el permiso de ellos, mientras que en una
sociedad libre todo está permitido, salvo lo que está prohibido. En una
sociedad colectivista como la Argentina todo está prohibido, salvo lo que está
permitido por los políticos en clara oposición al espíritu de nuestra Constitución
liberal que pretendía restringir el poder arbitrario del Estado en defensa de
la vida, la libertad y la propiedad de los individuos.
Durante los últimos 100 años, los políticos se han
ocupado de expandir el poder del Estado en detrimento de los argentinos de bien,
esta expansión del Estado ha venido acompañado de la mayor destrucción de
riqueza de un país en lo que se tenga registro, nuestro país que a principio
del siglo XX era la primer potencia mundial, a lo largo de los últimos 100 años
se ha visto enfrascado en un ciclo interminable de crisis que todas tienen en
sus orígenes la misma causa, el déficit fiscal, de hecho de los últimos 123
años, en 113 de ellos, hemos tenido déficit fiscal y de las 22 crisis que los argentinos
sufrimos en nuestra historia, 20 han tenido origen fiscal pero como la clase
política no ha querido atacar nunca la causa de nuestros problemas, han
recurrido sistemáticamente a la deuda, la emisión monetaria o la suba de
impuestos para paliar este déficit, la consecuencia de esas decisiones es que
la Argentina es el máximo defolteador serial del mundo; le hemos quitado 13 ceros
a la moneda, hemos destruido cinco signos monetarios, hemos tenido dos
hiperinflaciones sin guerras y tenemos la presión impositiva en blanco más alta
del mundo, lo que debe entenderse, el problema es el déficit y que las
soluciones a las que los políticos recurren lejos de arreglar el problema lo
empeoran.
La utilización de la deuda como mecanismo continuo
de financiamiento del déficit y el inevitable default lo que produce es el
incremento del riesgo país, la sube la tasa de interés, la caída de la
inversión y finalmente salarios reales miserables, la emisión monetaria como
haya sido demostrado, teórica y empíricamente, es la única causa de la
inflación que es un impuesto regresivo, encubierto, que entorpece la señal de
precios, destruye la inversión y el poder adquisitivo de los argentinos. El
aumento indiscriminado y continuo de impuestos atentan contra el derecho de
propiedad de los argentinos, contra el ahorro, la inversión y en consecuencia
genera también salarios miserables.
Para solucionar los problemas que causan los
distintos mecanismos con que los políticos intentan financiar el déficit en vez
de afrontar la causa que es el déficit fiscal, los políticos introducen
regulaciones, controles de precios, sepos ,trabas burocráticas y normativas que
violan la libertad y el derecho de propiedad de los argentinos, entorpecen el
cálculo económico y destruyen la generación de riqueza. En consecuencia el Estado
en su conjunto se ha vuelto una máquina de impedir el comercio, el trabajo, la
producción, el ahorro, la inversión, la generación de riqueza, el crecimiento
económico y fundamentalmente la libertad. La consecuencia de ello es que
Argentina es un país donde el 50% de la población está por debajo de la línea
de la pobreza, más de 10% de la población es indigente, en un país que produce
alimentos para 400 millones de seres humanos con una presión impositiva sobre
el sector agropecuario del 70. El Estado se queda con el alimento de 280
millones de seres humanos y hay 5 millones de argentinos que no les alcanzan
para comer, el empleo privado está estancado en 6 millones de puestos de
trabajo desde hace más de una década, el PBI per cápita es 15% inferior al del
2011, un tercio de los trabajadores formales son pobres, tenemos una tasa de
desempleo baja, pero que se explica con empleo precario y salarios reales
miserables y seis de cada 10 chicos, entre cero y 14 años, son pobres. Quiero
detenerme un segundo en esta cifra que acaban de escuchar: seis de cada 10
chicos de entre cero y 14 años son pobres. Esa es la tragedia que estamos
viviendo producto de un modelo político y económico que atenta contra la
libertad, nada es más importante que revertir esa tendencia trágica que
hipoteca nuestro futuro y por eso nuestro foco en la importancia del capital
humano como motor del crecimiento económico.
Pues bien hoy damos el primer paso para terminar con
el modelo de la decadencia, en el día de hoy he firmado un decreto de necesidad
y urgencia para comenzar a destrabar este andamiaje jurídico institucional
opresor que ha destruido nuestro país como nuestro modelo económico a
diferencia de todo lo que se ha hecho en los últimos 100 años, ataca el déficit
que es la causa de nuestros problemas y no las consecuencias del mismo, podemos
comenzar hoy a destrabar todas estas regulaciones que pretenden aportar
soluciones pero sólo generan problemas. El decreto de necesidad y urgencia que
estamos presentando hoy tiene por fin comenzar el proceso de regulación
económica que la Argentina tanto necesita para poder comenzar a crecer.
Entre muchas reformas el decreto incluye:
1. La derogación de la Ley de Alquileres para que el
mercado inmobiliario vuelva a funcionar sin problemas y alquilar no sea una odisea.
2. Derogación de la Ley de Abastecimiento para que
el Estado nunca más atente contra el derecho de propiedad de los individuos.
3. Derogación de la Ley de Góndolas para que el Estado
deje de entrometerse en las decisiones de los comerciantes argentinos.
4. Derogación de la Ley del Compre nacional que sólo
beneficia a determinados actores del poder.
5. Derogación del Observatorio de precios del
Ministerio de Economía para evitar la persecución de las empresas.
6. Derogación de la Ley de Promoción Industrial
7. Derogación de la Ley de Promoción Comercial.
8. Derogación de la normativa que impide la
privatización de las empresas públicas.
9. Derogación del régimen de sociedades del Estado.
10. Transformación de todas las empresas del Estado
en sociedades anónimas para su posterior privatización.
11. Modernización del régimen laboral para facilitar
el proceso de generación de empleo genuino.
12. Reforma del Código Aduanero para facilitar el comercio
internacional. Desde el día de hoy queda prohibido prohibir las exportaciones.
13. Derogación de la Ley de Tierras para promover
las inversiones.
14. Modificación de la Ley de Fuego.
15. Derogación de las obligaciones de los ingenios
azucareros tienen en materia de producción azucarera.
16. Liberación del régimen jurídico aplicable del
sector vitivinícola.
17. Derogación del Sistema Nacional de Comercio Minero
y el banco de información minera.
18. Autorización para la sesión del paquete
accionario total o parcial de Aerolíneas Argentinas.
19. Implementación de la política de cielos abiertos.
20. Modificación del Código Civil y Comercial para
reforzar el principio de libertad contractual entre las partes.
21. Modificación del Código Civil y Comercial para
garantizar que las obligaciones contraídas en moneda extranjera deban ser
canceladas en la moneda pactada.
22. Modificación del marco regulación de la medicina
prepaga y las obras sociales.
23. Eliminación de las restricciones de precios a la
industria prepaga.
24. Incorporación de las empresas de medicina
prepaga al régimen de obras sociales.
25. Restablecimiento de la receta electrónica para
agilizar el servicio y minimizar costos.
26. Modificaciones al régimen de empresas
farmacéuticas para fomentar la competencia y reducir costos.
27. Modificación de la Ley de Sociedades para que
los clubes de fútbol puedan convertirse en sociedades anónimas, si así lo
quisieran.
28. Desregulación de los servicios de internet
satelital para permitir el ingreso de empresas como Starlink.
29. Desregulación del sector turístico eliminando el
monopolio de las agencias de turismo.
30. Incorporación de herramientas digitales para
trámites de los registros automotores.
Estas reformas de las cuales sólo he mencionado 30,
de las más de 300 incluidas, son algunas de las reformas que están contempladas
en el decreto de necesidad y urgencia que firmamos hoy. El objetivo es comenzar
el camino de reconstrucción de nuestro país, devolverle la libertad y la
autonomía a los individuos y empezar a desarmar la enorme cantidad de
regulaciones que han impedido, entorpecido y detenido el crecimiento económico
en nuestro país, pero este sólo es el primer paso.
En los próximos días llamaremos a sesiones extraordinarias
del Congreso Nacional y enviaremos un paquete de leyes pidiéndole al Congreso
la colaboración para avanzar en este proceso de cambio que la sociedad eligió
en un contexto de crisis, que requiere acción inmediata.
Los diputados y senadores de la nación enfrentarán
la responsabilidad histórica de elegir entre ser parte de este cambio o
obstruir el proyecto de reformas más ambiciosas de los últimos 40 años, para
poder lograr finalmente poner en marcha las fuerzas productivas de los
argentinos y comenzar a transitar el camino para volver a ser una potencia
mundial.
Confío en que nuestros representantes defenderán los
intereses de los argentinos y no los de la casta que se han beneficiado durante
décadas de este sistema empobrecedor, si avanzamos en este camino y lo hacemos
con decisión y contundencia, estoy seguro que nuestro país volverá a la senda
de crecimiento y el progreso que alguna vez supimos transitar.
Por lo tanto quiero darles las gracias. Que Dios bendiga a los argentinos y que las fuerzas del cielo nos acompañen. Muchas gracias.